jueves, 4 de abril de 2013

para cultivar un corazón agradecido

  1. Deja de concentrarte en lo que te falta y mira lo que te ha sido dado. 
  2. Aunque el impulso de quejarte venga con toda su fuerza, no lo hagas. 
  3. Piensa al final de cada día en por lo menos tres cosas que te hayan dado alegría. Escríbelas en un cuaderno o libreta, y revísala siempre que te venga la tentación de sentirte mal por algo que te falta.
  4. Agradece en el fondo de tu corazón a tus padres la vida que te han dado; no pienses en su comportamiento ni en sus defectos. Solamente agradece la vida. 
  5. Agradece por la vida de todas las personas que aprecias y estimas. Incluso por las que ya no están, agradece por haber pasado por tu vida, y por todas las lecciones que te han dejado. 
  6. Agradece por todos los placeres corporales que has experimentado a lo largo de tu vida.
  7. Agradece por lo que tienes y deja para siempre de compararte con los que tienen más. 
  8. Agradece también por el paso del dolor y las pruebas en tu vida, piensa que sin esos momentos no habrías llegado nunca a donde estás, y agradece sobre todo por las lecciones que obtuviste de aquellos sucesos. 
  9. Si estás solo o sola, agradece por ser tú tu mejor compañía. 
  10. Agradece por lo que todavía no llega a tu vida, en lugar de pedirlo. Da por hecho que tienes el amor y la contención que necesitas.